miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Qué es el petroleo y para qué se utiliza?

El petróleo es un líquido oleoso bituminoso de origen natural que se compone por diferentes sustancias orgánicas. Se encuentra en grandes cantidades bajo la superficie terrestre y se utiliza como combustible y materia prima para la industria química. En la actualidad también es común su utilización para los medios de transporte (en forma de nafta, diesel). También se usan para la fabricación de medicamentos, alimentos, fertilizantes, plástico, materiales de construcción, pinturas, textiles, y para la conducción de electricidad.
El mundo moderno es dependiente del petróleo, por los muchos usos que el mismo ofrece. Pero en los últimos años, la disponibilidad de esta materia descendió, y su costo, debido al aumento de la oferta y disminución de la demanda, aumentó. Se prevé que para mediados del siglo XXI, el comportamiento de la sociedad respecto del uso del petróleo cambie importantemente y este deje de usarse comercialmente de forma habitual.
Todos los tipos de petróleo se componen de hidrocarburos, aunque también suelen contener unos pocos compuestos de azufre y de oxígeno. Contiene elementos gaseosos, líquidos y sólidos. La consistencia del petróleo varía. Suele haber pequeñas cantidades de compuestos gaseosos disueltos en el líquido; cuando las cantidades de estos compuestos son mayores, el yacimiento de petróleo está asociado con un depósito de gas natural.
Las categorás de petróleo crudo pueden dividirse en tres: 
  • Parafínico: está compuesto por moléculas en las que el número de átomos de hidrógeno es siempre superior en dos unidades al doble del número de átomos de carbono.
  • Asfáltico: sus moléculas características son los naftenos, que contienen exactamente el doble de átomos de hidrógeno que de carbono.
  • De base mixta: contiene hidrocarburos de ambos tipos.
El petróleo es un hidrocarburo que se origina de una materia prima formada por detritos de organismos vivos acuáticos, animales y vegetales, que viven en las lagunas, mares, en las desembocaduras de los ríos, o incluso en las cercanías del mar. Se puede encontrar en los sedimentos. Estos cubren la materia orgánica depositada; al quedar cada vez a mayor profundidad, se transforma en hidrocarburos. Teorías recientes indican que este proceso es una degradación comenzada por bacterias aerobias, y seguida por anaerobias. Estas reacciones desprenden oxígeno, nitrógeno y azufre, que forman parte de los compuestos volátiles de los hidrocarburos.
Cuando los sedimentos se hacen compactos por efecto de la presión, se forma la "roca madre". Más adelante en el proceso, debido a la "migración", el petróleo impregna rocas más porosas y permeables, como la arena, las areniscas, y las dolomias, entre otras. A estas últimas se las denomina "rocas almacén". En estas el petróleo se concentra, y permanece en ellas si encuentra alguna trampa que le impida la migración hasta la superficie donde se oxida y volatiliza, perdiendo todo interés para ser utilizado como fuente de energía luego de la extracción.
Una vez se hubo formado el petróleo, fluye a través de la corteza terrestre hacia arriba, ya que su densidad es menor que la de las salmueras saturadas por los intersticios de los esquistos, rocas de carbonato y arenas que la constituyen. El petróleo y el gas natural ascienden a través de los poros microscópicos de los sedimentos situados por encima. Es factible, y hasta normal, que terminen encontrando un esquisto impermeable o una capa de roca densa. Se forma un depósito y atrapa al petróleo. Pero una parte importante del petróleo no se encuentra con rocas impermeables, sino que, en su lugar, brota en la superficie terrestre o en el fondo del océano. También se encuentran los lagos bituminosos y las filtraciones de gas natural entre los depósitos superficiales.

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